El bruxismo es una
parafunción mandibular persistente que se conoce comúnmente como rechinar de
los dientes. Éste se puede producir durante el día o por la noche. El más
frecuente es el relacionado con el sueño, también el más difícil de controlar.
Las personas que tienen
bruxismo aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y los
mueven de atrás y a adelante y viceversa, la mayoría de las veces de forma
inconsciente produciendo el desgaste de las piezas.
CausasEn la actualidad los especialistas difieren sobre las causas que originan el bruxismo aunque apuntan al estrés como el principal desencadenante.
Además del estrés
existen otros factores que pueden contribuir a la aparición:
El tipo de alimentación
que sigue el paciente.
Los hábitos del sueño.
La postura.
La alineación de los
dientes, especialmente si ésta es inadecuada.
La incapacidad para
relajarse.
Los especialistas
señalan que cada caso es diferente y, por tanto, las causas pueden diferir en
cada situación.
Síntomas
Síntomas
Uno de los principales problemas del bruxismo es que los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. De hecho, si se prolonga en el tiempo puede causar problemas en la articulación temporomandibular.
Los principales síntomas
son:
Ansiedad.
Estrés.
Depresión.
Dolor de oído.
Dolor de cabeza.
Sensibilidad muscular.
Sensibilidad a las cosas
calientes, frías y dulces.
Trastornos alimentarios.
Dolor y/o inflamación de
la mandíbula.
Insomnio.
Prevención
En personas propensas a tener bruxismo se ha demostrado que la reducción del estrés y la ansiedad pueden disminuir esta afección.
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