miércoles, 27 de abril de 2016

¿Qué es y cómo se realiza una endodoncia?


La endodoncia, también conocida como tratamiento de conductos, es el procedimiento que utilizan los odontólogos para eliminar -en parte o en su totalidad- la pulpa del diente y sellar el conducto pulpar. La pulpa es la parte más interior del diente y está constituida por un tejido blando que contiene los nervios y los vasos sanguíneos. La parte del conducto que se encuentra en el interior de la corona se denomina cavidad pulpar, mientras la correspondiente a la raíz recibe el nombre de conducto reticular y es el que conecta con el hueso maxilar.

La causa más frecuente de la infección y consecuente inflamación y necrosis de la pulpa, y por tanto de la necesidad de realizar una endodoncia, es la existencia de caries, aunque existen otros factores que pueden generar una pulpitis o lesión de la pulpa:

Traumatismos.
La abrasión, erosión y desgaste de los dientes por el roce entre ellos.
La forma en que se realizan algunos tratamientos restauradores y los materiales que se utilizan en los mismos.
 
Para la realización de una endodoncia es necesario anestesiar la zona en la que se va actuar. Posteriormente se realiza un agujero en la corona del diente para poder acceder a la pulpa y extraerla y proceder a la limpieza del conducto antes de realizar la obturación y sellado del mismo y de la corona con materiales específicos. Al final de la intervención el diente quedará plenamente insensibilizado y aislado de cualquier otra parte del organismo.

Será necesario un seguimiento posterior para verificar la efectividad y evolución de la endodoncia.

En el siguiente video podrás conocer como se realiza este procedimiento.










jueves, 21 de abril de 2016

El tabaco masticable y la salud bucal

El tabaco masticable suele llamarse por varios nombres pero, no importa como se le llame sigue siendo altamente adictivo y puede perjudicar su salud. Igual que los cigarrillos, el tabaco masticable contiene una variedad de toxinas asociadas al cáncer. Por lo menos 28 productos químicos causantes de cáncer se han identificado en el tabaco masticable.

Entre los signos y síntomas que podrían indicar la presencia de cáncer bucal se incluyen signos de irritación, como sensación de quemadura, o un dolor que no se alivia en cualquier lugar de la boca o los labios; desarrollo de una lesión aterciopelada, rugosa o abultada dentro de la boca; cambio de coloración de los tejidos blandos bucales; dificultad para masticar, tragar, hablar o mover la mandíbula o la lengua; o cualquier cambio en la posición dental.

Los pacientes deben asistir al odontólogo o médico inmediatamente después de aparecer dichos síntomas. El tabaco masticable puede también irritar la encía, produciendo recesión gingival. Una vez que esto sucede, las raíces de los dientes quedan expuestas, aumentando el riesgo de desarrollar caries dental. Las raíces también pueden llegar a presentar sensibilidad al frío y al calor u otros irritantes, lo cual se traduce en malestar durante la ingesta de alimentos o bebidas. El azúcar que se le agrega a menudo al tabaco masticable para realzar su sabor, puede aumentar el riesgo de desarrollar caries dental.


El tabaco masticable también contiene generalmente abrasivos, que pueden desgastar los dientes. Si el uso de tabaco masticable se ha convertido en un hábito, existe ayuda disponible para dejar el hábito. "Usted puede dejar el tabaco" es un programa patrocinado por el Instituto Nacional de Investigación Odontológica y Craneofacial.






martes, 19 de abril de 2016

Comerse las uñas puede ser perjudicial para los dientes


Comerse las uñas puede ser un hábito difícil de romper pero si no lo hace, su salud dental podría sufrir mucho más que su manicura.

Según la Academia de Odontología General, los niños o adultos que se comen las uñas podrían romper, astillar o desgastar sus dientes frontales debido al estrés causado al morder. Y aquellos que utilizan brackets ponen sus dientes en mayor riesgo de reabsorción radicular (una reducción de las raíces) o pérdida dental, ya que los brackets ya ponen bastante presión en los dientes.

Un estudio del diario de Odontología General también reportó que pacientes que muerden sus uñas, muerden lapiceros o aprietan sus dientes pueden tener mayor riesgo de bruxismo (crujir o apretar de los dientes de forma involuntaria) que puede causar dolor facial, dolores de cabeza, sensibilidad dental, encías retraídas y pérdida dental.

Los signos de bruxismo incluyen: puntas con apariencia plana de los dientes; esmalte dental que se desgasta, causando sensibilidad extrema; crujido o chasquido de la mandíbula, y surcos de la lengua.

Otros riesgos de salud dental para quienes se comen las uñas incluyen, tejido gingival sensitivo, desgarrado o dañado causado por bordes angulosos, afilados de las uñas y la propagación de bacteria de otras partes del cuerpo a la boca y de la boca a la matriz de la uña o al torrente sanguíneo.

Los pacientes podrían descubrir que utilizar un protector de boca puede impedir comerse las uñas y ayudar a prevenir nuevo daño a los dientes. Algunos dentistas también pueden ayudar a los pacientes utilizando técnicas de terapia, como aprender a descansar la lengua hacia arriba con los dientes separados y los labios cerrados para evitar daño dental.





domingo, 17 de abril de 2016

Cepillo manual o cepillo eléctrico ¿Cuál elegir?


Una de las dudas más frecuentes que encontramos respecto a la salud dental es saber qué tipo de cepillo de dientes es más efectivo y es que por una parte tenemos el manual, una herramienta tradicional pero que con el paso de los años ha ido evolucionando, por lo que en la actualidad tenemos a nuestro alcance cepillos manuales que nos ofrecen una amplia variedad de posiciones en las fibras así como movilidad en el cabezal que nos permite acceder a cualquier rincón de nuestra boca.

Sobre si es mejor el cepillo de dientes eléctrico o manual, la respuesta seria que es el que se adapta la técnica de cepillado dental de cada uno, pero ambos son efectivos.

Cepillo manual o cepillo eléctrico ¿Cuál elegir?

A diferencia de lo que muchos creen uno de los tipos de cepillos manuales más efectivos son los que tienen las cerdas intermedias ya que se adaptarán mejor a la boca y podrán llegar a zonas de difícil acceso como el espacio entre los dientes.

Por otro lado si usamos cepillos que tienen cerdas muy suaves podríamos no eliminar correctamente la placa bacteriana. Si usamos los de cerdas muy duras podemos realizar un cepillado traumático, lo que por un lado aseguraría una buena limpieza de la placa bacteriana, se trataría de una limpieza más agresiva y, en algunos casos, las encías pueden sufrir más de la cuenta lo que tiene como inconveniente la recesión de la encía.

Por otra parte tenemos el cepillo eléctrico y que en los últimos años se ha convertido en una de las opciones más demandadas entre los pacientes que acuden a nuestras clínicas dentales. Lo cierto es que no es de extrañar este éxito puesto que un cepillo eléctrico no solamente nos será de gran utilidad para una limpieza dental cómoda y rápida sino que también es una herramienta ideal para eliminar el sarro y la placa bacteriana cuando no tenemos mucha experiencia en realizar una técnica de cepillado manual adecuada.

Otro detalle a tener en cuenta de los cepillos eléctricos es que, al igual que los manuales, también precisan de una técnica de limpieza muy similar a los manuales.

Después de conocer las principales ventajas e inconvenientes que nos proponen ambos cepillos de dientes no es fácil dictaminar cuál de los dos es mejor, si no que cada uno se ajusta a las necesidades de cada persona. Además hay que destacar la amplia variedad de cepillos y marcas comerciales de los mismos, tanto manuales como eléctricos, que tenemos a nuestra disposición y ello hace posible elegir la herramienta ideal y personalizada.

Finalmente hay que destacar que además de un cepillado manual o eléctrico hay que rematar la faena con el hilo dental, un limpiador de lengua, irrigadores de boca y los enjuagues bucales. Solo así conseguiremos tener una higiene dental perfecta.




martes, 12 de abril de 2016

Los Piercings Linguales


Los padres y adolescentes tomen nota: Se ha descubierto que los pacientes que usan tachuelas metálicas en los piercings linguales pueden no solo colocar en riesgo sus dientes y salud bucal general, sino también están en riesgo de desarrollar problemas ortodonticos.
Un estudio de caso de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Buffalo en New York, dio seguimiento a una mujer de 26 años de edad por un periodo de siete años quien había desarrollado un diastema (espacio entre sus dientes anteriores), debido a un piercing lingual que empujo los dientes. Las fotografías que la mujer antes de la colocación del piercing mostraron que no presentaba espacios entre sus dientes anteriores.
La única solución para resolver su problema fue utilizar aparatos fijos de ortodoncia por un periodo de tiempo prolongado.
El Dr. Sawsan Tabaa, investigador principal y profesor asistente de ortodoncia de la Escuela de Medicina Odontológica de la UB comenta: “Es un principio básico en ortodoncia que la fuerza a lo largo del tiempo mueve los dientes”.
Dr. Tabbaa dice que un estudio previo de la escuela de odontología de la UB con estudiantes de bachillerato de Buffalo, mostró que los piercings metálicos tipo Barbell(una barra recta y una esfera en cada extremo) podrían conducir a serios daños cuando los pacientes presionan el metal contra y entre sus dientes antero superiores, un hábito común entre los estudiantes denominano “jugando” (playing).
Según el Dr. Tabbaa: “Esto sucede en un alto porcentaje de los casos”. “El piercingnunca es removido ya que la lengua es muy vascularizada, quitar el piercing puede resultar en la cicatrización y cierre del orificio efectuado en la lengua, de tal forma que es lógica la constante presión del metal contra los dientes, cada día sin interrupción, moviéndolos o separándolos”.
Otros riesgos de los piercings linguales incluyen el dolor, inflamación, aumento del flujo salivar, lesiones o recesiones gingivales, fracturas o daños en los dientes y restauraciones dentales, dificultad para hablar o masticar, hemorragia e inclusive abscesos cerebrales. Aquellos que utilizan piercings linguales también tienen el riesgo de tragarlos o aspirarlos. Ornamentos bucales pueden comprometer la calidad de los rayos-x y el metal puede causar sensibilidad pulpar.
Visite la ADA.org para detalles de los riesgos de piercings linguales, estimulando a los adolescentes y jóvenes adultos en su vida a proteger su salud diciendo no a lospiercings linguales.

viernes, 8 de abril de 2016

La importancia de mantener una boca sana



La boca juega un rol fundamental en nuestra salud y bienestar general. Por ello, mantener la boca sana es muy importante, porque ello facilita que se realicen correctamente las distintas funciones de la boca. Entre las principales funciones bucales, podemos reconocer:


Función de respiración: La boca participa activamente en la respiración y nos sirve tanto para tomar, como para eliminar el aire durante la respiración forzada. Incluso, ciertas personas la utilizan la boca para tomar y eliminar el aire en la respiración habitual: son los denominados respiradores bucales, los que muy frecuentemente presentan una obstrucción en la vía nasal y se acostumbran a respirar mayormente por la boca. La respiración bucal puede generar una alteración en el crecimiento y el desarrollo de los músculos de la cara, los huesos maxilares y la posición de los dientes.

Función digestiva: La boca es el primer órgano y el punto de inicio del aparato digestivo y gracias a ella, podemos: recibir, cortar, masticar, triturar, moler, digerir y tragar nuestros alimentos. Con una boca enferma, nos exponemos a un proceso digestivo y a una digestión deficiente.


Función sensorial y sensitiva: La boca también participa activamente en el proceso de la percepción del sabor y en el sentido del gusto, ya que está recubierta de las denominadas papilas gustativas (presentes en toda la mucosa que recubre la boca y sobre todo en la lengua). Estas son los receptores que nos permiten diferenciar y reconocer los sabores: ácido, amargo, dulce, agrio y salado. A la vez, una boca sana facilita nuestra relación con el mundo que nos rodea, ya que es uno de los elementos más útiles y especializados que tenemos en el cuerpo para percibir las propiedades de las cosas. Prueba de ello es que en los primeros años de nuestra vida, la utilizamos más que otros sentidos, para descubrir la consistencia y textura de las cosas. Haga el ejercicio de observar qué hace un niño pequeño y verá que se lleva los objetos desconocidos a la boca, mucho más que a los ojos u orejas. A la vez, si toma un grano de arena entre los dedos o si lo observa, podrá identificar sus propiedades de un modo mucho más limitado en comparación de tomarlo entre sus dientes. Otra demostración de alta sensibilidad y sensorialidad que caracteriza a la boca es la costumbre de los niños de chuparse el dedo, que incluso persiste en algunos jóvenes o adultos que mantienen el hábito de succión a lo largo de la vida (ya sea utilizando el dedo u otros objetos).


Función de protección: gracias a la mencionada avanzada propiedad que tiene la boca para percibir los sabores y las texturas de los alimentos y de las cosas, es que juega un rol crucial en nuestro sistema de defensa y en nuestra autoconservación. Por ejemplo, si recibimos un alimento extraño o en mal estado, nuestra boca nos avisa respecto al riesgo de ingerirlo y muy probablemente lo escupamos.


Función de comunicación: la boca además nos permite comunicarnos eficientemente. Pues con ella no solo emitimos sonidos y practicamos el habla, sino que también realizamos distintos gestos, ademanes, silbidos, etc. con los que nos comunicamos con las demás personas. Es decir, participa a la vez en la comunicación verbal y en la comunicación no verbal (risa, sonrisa, muevas, etc.).


Función de autoestima: las características externas de la boca y la presentación de nuestros dientes forman parte de nuestra apariencia física. Por consiguiente, son muy importantes en la imagen que proyectamos a los demás y el tener una boca agradable favorece las relaciones humanas y eleva nuestra autoestima.


Una boca sana es el reflejo de un cuerpo sano y de una persona bien integrada en la sociedad. Por ello, le aconsejamos que cuide la salud de su boca y que visite al odontólogo por lo menos dos veces al año (cada 6 meses).



Tomado de: 
http://www.odontomarketing.com/bocasana01.htm

martes, 5 de abril de 2016

¿Qué Son Las Coronas Y Puentes?


Las coronas y la mayoría de los puentes son prótesis que se colocan de manera fija. A diferencia de las prótesis removibles, que se pueden remover y limpiar diariamente, las coronas y los puentes fijos se cementan sobre los dientes o implantes existentes, y sólo un dentista puede extraerlos.

¿Cómo funcionan las coronas?

Una corona se utiliza para cubrir completamente un diente destruído. Además, se puede utilizar para mejorar el aspecto, la forma o la alineación del diente. Una corona también se puede colocar sobre un implante para lograr la forma y la estructura funcional de un diente. Es posible hacer coincidir el color de las coronas de porcelana o cerámica con el de sus dientes naturales. Otros materiales incluyen el oro y las aleaciones metálicas, acrílicas y cerámicas. Estas aleaciones suelen ser más resistentes que la porcelana, y se recomiendan para los dientes posteriores. En ocasiones, suele utilizarse porcelana cementada a la cara externa de una corona metálica, ofreciendo asi una restauración fuerte y estéticamente agradable.

El dentista recomendará una corona para:
  • Reemplazar obturaciones de gran tamaño, cuando no queda suficiente diente
  • Evitar que un diente debilitado se fracture
  • Reparar un diente fracturado
  • Colocar un puente
  • Cubrir un implante dental
  • Cubrir un diente decolorido o deformado
  • Cubrir un diente que ha sido sometido a un tratamiento de conducto radicular
¿Cómo funcionan los puentes?

Si le faltan uno o más dientes, el dentista le recomendará un puente. Las espacios libres entre los dientes que faltan hacen que, con el tiempo, los dientes restantes roten o se desplacen hacia los espacios vacíos lo cual provoca una mordida inapropiada. El desequilibrio causado por los dientes faltantes también puede producir enfermedad de las encías y trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).

Los puentes se suelen utilizar para reemplazar uno o más dientes faltantes, y ocupan el espacio dejado por los mismos. El dentista cementa los puentes a los dientes naturales o a los implantes que rodean el espacio vacío. Estos dientes, llamados pilares, sirven para anclar el puente. Luego, une un diente de reemplazo (en el espacio faltante), este diente se llama póntico, y se une a las coronas que cubren los dientes pilares. Al igual que con las coronas, existen varios materiales para los puentes. El dentista puede ayudarle a decidir cuál utilizar, según la ubicación del diente o dientes que faltan, su función, las consideraciones estéticas y el costo. El color de los puentes de porcelana o cerámica se hace coincidir con el de sus dientes naturales.

¿Cómo se hacen las coronas y los puentes?

Antes de hacer una corona o un puente, el dentista debe reducir el tamaño del diente o dientes a fin de que la corona o el puente se ajuste correctamente sobre él. A continuación, el dentista tomará una impresión dental para proporcionar un molde exacto para la corona o el puente. Si va a utilizar porcelana, el dentista determinará el tinte correcto para que el color de la corona o el puente coincida con el de sus dientes.

Utilizando esta impresión, un laboratorio dental hace su corona o puente del material especificado por el dentista. Mientras realizan la corona o el puente permanente, le colocará una corona o un puente temporal para cubrir el diente preparado. Cuando la corona o el puente permanente esté listo, eliminará la corona o el puente temporal y cementará el nuevo al diente preparado.

¿Cuánto duran las coronas y los puentes?

Si bien las coronas y los puentes pueden durar toda la vida, a veces se aflojan o se salen. La medida más importante que puede tomar para garantizar la longevidad de su corona o puente es practicar una buena higiene bucal. Si los dientes o el hueso que sostienen un puente son dañados por una enfermedad dental, el puente perderá el apoyo. Mantenga sus encías y dientes saludables cepillándose con una pasta de dientes con flúor por lo menos dos veces al día, utilizando el hijo dental y enjuague bucal diariamente. Además consulte al dentista y al higienista periódicamente para que se le realicen revisiones o controles y limpiezas profesionales.

Para prevenir daños a su nueva corona o puente, evite masticar alimentos duros, hielo u otros objetos duros.



lunes, 4 de abril de 2016

¿Qué hacer en caso de urgencias odontológicas en niños?


Los accidentes pueden ocurrir en cualquier lugar y a cualquier hora. El saber cómo manejar una emergencia dental puede significar la diferencia entre salvarle un diente permanente a su niño o perderlo. En el caso de una emergencia dental, es de suma importancia llevar al niño a su dentista o una sala de urgencias lo más pronto posible.

Emergencias dentales comunes y cómo manejarlas:ç

¿Qué hago si mi niño se arranca un diente?
Cerciórese de que su niño no tiene una lesión más grave. Cuando se le tumbe o se le caiga un diente permanente o diente de adulto, manténgalo húmedo en todo momento poniéndolo en un recipiente o en leche, por ejemplo, o use el producto para preservar los dientes que tiene el sello de aprobación de la Asociación Americana de Odontología (ADA, por sus siglas en inglés).  A continuación, diríjase al consultorio de su dentista de inmediato. Un diente de leche/primario (un diente de bebé) no necesita permanecer húmedo, pero si es posible, trate de localizarlo para llevárselo al dentista.

¿Qué hago si mi niño se le agrieta un diente?
Para un diente agrietado, enjuague la boca con agua tibia para limpiar el área. Coloque una compresa fría en la cara para bajar la hinchazón. Haga una cita con el dentista de su niño lo más pronto posible.

Si mi niño se muerde la lengua o el labio, ¿qué puedo hacer?
Si su niño se muerde el labio o la lengua, limpie el área cuidadosamente con agua y aplique una compresa fría. Haga una cita con el dentista de su niño o diríjase a una sala de urgencias lo más pronto posible.

¿Cómo se deben tratar los dolores de dientes?
Para los dolores de dientes, enjuague la boca con agua templada para limpiarla. Use hilo dental con mucho cuidado para sacar la comida que se haya quedado atrapada entre los dientes.  No ponga aspirina en el diente adolorido o la encías de su niño; ésta puede quemar el tejido de la encía. Si el dolor continúa, póngase en contacto con el dentista de su niño.

¿Qué puedo hacer si creo que mi niño se ha roto la quijada?
Si usted cree que su niño se ha roto la quijada, aplique compresas frías para controlar la hinchazón. Vaya al consultorio de su dentista o a la sala de urgencias de un hospital de inmediato.

¿Cómo saco un objeto que esté atorado en la boca o dientes de mi niño?
Para objetos atorados en la boca, trate de sacarlos con mucho cuidado con hilo dental, pero no trate de sacarlos con algo filudo o con un objeto puntudo. Vaya al consultorio de su niño o una sala de urgencia tan pronto como sea posible.

¿Qué puedo hacer para evitar una emergencia dental?
Hay varias medidas fáciles de precaución que puede tomar para evitar accidentes o lesiones de los dientes:
  • Asegúrese de que su niño use un protector bucal (y casco cuando sea necesario) cuando participa en deportes o actividades recreativas.
  • Enséñele a que debe usar tijeras (bajo su supervisión si es un niño pequeño), y que NUNCA use sus dientes para cortas cosas.
  • Vigile a sus niños pequeños y no los deje correr por ahí con objetos en la boca (por ejemplo, cepillo de dientes, lápices, etc.)
  • Reduzca obstáculos que puedan ocasionar tropiezos en su casa y utilice vallas o puertas para bloquear las escaleras y áreas peligrosas para los niños.
  • Visite al dentista cada 6 meses para asegurarse de que los dientes de sus niños permanezcan sanos y fuertes.